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YA HAN LLEGADO A LA TORRE Y ESTABAN PREPARADOS PARA PASAR A LA ACCIÓN...


-¡Adelante Ehster!- exclamó Merdi sin perder de vista a la otra torre de alante.
-¡Entendido!- dijo Ehster. Había entendido el mensage. Apuntó con la pistola a una ventana con rejas que tenía la torre de alante y disparó.
La ventana se rompió y se veía caer pequeños cristales al río de lava que había entre las dos torres.
Alguien que estaba dentro de la torre de alante se asomó a la ventana rota y los vio. Había reconocido quiénes eran y se alejó de la ventana. Merdi sonrió y gritó:
-¡YA ESTAMOS AQUÍ! ¡LUCASS!-


DENTRO DE LA TORRE DE ALANTE...

Un ángel guardián no paraba de andar por la sala. Sabía en que situación estaba: los ángeles luchando contra esos seis seres que reconocía. Meredith Nocterius, la vampiresa que huyó con el preso, Sally, la pricesa de los ángeles que trajo al preso, Dilus, el mago-hada que tenía que destruir a la mortal, un ángel con cadenas doradas que debía de ser de la corte, Alemsius, brujo que tenía la misión de encontrar a los vampiros que escaparon y la mortal, que tenía que estar muerta y que contenía una pistola que hería a seres mágicos.

-¡Han venido a por tí!- dijo con odio a alguien que intentaba levantarse del suelo. Era el preso. Estaba sangando por todas partes, tenía los pantalones rasgados y manchados y tenía muchas heridas graves. Era Lucass.
Lucass consiguió levantarse y cerró con fuerzas sus puños. ¿Qué hacia ella aquí?


En la otra torre, Dilus movió su brazo derecho hacia alante y movió sus dedos.
Aparecieron fuera de la otra torre raíces enormes que rompió una gran parte de la pared.
El ángel y Lucass se sobresaltaron y miraron el agujero enorme que tenía la torre y que se veía a los seis seres.
-¿Pero qué...?- exclamó el ángel asustado. Lucass fue corriendo hacía el agujero para ver mejor a los rostros y los reconoció. No podía creerselo ¿qué hacían? ¿querían morir? cerró los ojos y apretó con más fuerza sus puños.

Merdi y los demás se alegraron al ver a Lucass delante del agujero. Pero Merdi sabía bien en lo que estaría pensando.

-¿Pero qué haceis aquí? ¿No veis que todo ha sucedido ya? ¿No veis que quién quiera salbarme morirá? ¡Iros! ¡me entregué para ayudaros y este es mi castigo!- les gritó Lucass. Ehster y Sally no lo entendían ¿no tendría que estar contento? ¿no se alegraba de saber que hiba ser salvado?- ¡Iros! ¡estoy aquí para recibir mi castigo!-

-Lucass...-dijo Merdi con firmeza.- ¡TÚ TE VIENES CON NOSOTROS! porque tú no te mereces esto ¡Tú nos salvaste, y nosotros a ti!! ¡Ehster, hazlo otra vez!- Ehster apuntó otra vez la pistola hacia otra ventana con rejas y disparó.
-Hecho ¿siguiente?- dijo orgullosa Ehster.

Lucass seguía sin poder creerselo, se había entregado por ellos, había decidido que aceptaría su castigo, pensaba que ya se había acabado todo pero, ahora lo harian ellos ¡por él! había pasado por una vida cruel y, aún así, el quería vivir, queria seguir divertiendose en fiestas, con Merdi y los demás. Cerró los ojos:
-Maldita Merdi, siempre tan cabezota...- cogió aire.- ¡Gracias!- susurró entre lágrimas. Estaban preparados y decididos, ya no habia vuelta atrás.
El ángel, que ahora había cinco de ellos, le cogió de las esposas que tenía, abrió una puerta y le empujó para que entrara dentro:
-Por aquí llegaras a la dimensión de luz pero, si ocurre algo precipitado, cambiaré de planes.- dijo. Lucass vio el pasillo que habia trás la puerta y se fijo que al fondo había una puerta grande blanca.- Ve o tus amigos seran también enviados contigo.- Lucass aún tenía algo de fuerzas, si ocurría algo usaria lo último que le queda y empezó ha andar torpemente por el pasillo.


-¡Qué hacemos! ¡Se llevan a Lucass!- exclamó Ehster.
-Podríamos llevaros a la otra torre.- dijo Marcus.
-No con esos ángeles.- negó Alem señalando a los otros cinco. Merdi observaba antentamente cada paso de Lucass en el pasillo. Hiba lento, y lo hacía aposta. El pasillo era largo y llegarían a tiempo con algún atajo. Después observó a los ángeles, los esperaban en la torre.
Dilus volvió ha mover su mano y otra raíz apareció de puente de la torre en la que estaban a la de Lucass. La raíz era lo bastante gruesa para que todos la cruzaran.
-No hay más remedio, tendremos que luchar.- les avisó Alem. Ehster, Marcus y Sally tragaron saliva ¿luchar? ¡ellos no luchaban! Merdi les miró de reojo y rio.
-¿Qué ves tan gracioso? ¡nos derrotaran enseguida!- se quejaron los tres a la vez.
- No hace falta que lucheis, haremos planes.- les tranquilizó Dilus. - Bastará con algunos ataques.-
-¡Y una mierda!- exclamaron otra vez. Merdi no podía mantener la risa, entonces, las torres empezaron ha girar, una a la derecha y la otra a la izquierda, de tal forma que Eshter no se pudo sostener y calló al suelo.
-¡Pero que ocurre!- dijo al caerse. Alem dirigió la vista hacia los cinco ángeles, uno de ellos tenía la mano alzada y movía los dedos raramente.
-¡Es él!- avisó. - y me estoy mareando...-
La torre empezó ha girar con mucha más rápidez:
-¡Pero qué es esta mierda!- gritó Sally.
La torre parecía una peonza. Giraba cada vez más rápido y no se diferencia lo que se veia. ¡Se supone que estaban en una situación seria!
Marcus miró a su alrededor y buscó la raíz que hacia de puente. "Debe de ser eso verde" pensó. Intentó levantarse del suelo, que cayó cuando a Sally se la lebantó, por el ataque giratorio, el vestido blanco con cadenas que llevaba. Pero no pudo y buscó otra manera de hacer lo que pensaba.
-¡Eh! ¿alguno puede poner peso a los laterales de la torre?-
-¿A los laterales? buena idea pero ¿cómo? no podemos concentrarnos, o al menos yo.- contestó deseperado Alem.
-Puedo intentar dispararle.- dijo Ehster sacando su pistola del bolsillo en el que lo guardaba. Entonces miró al frente y disparó sin saber lo que hiba a dar.
Se escucharon pequeños cristales caer al suelo, como cuando disparó las otra veces a las ventanas con rejas. Después se escuchó unos cuantos insultos.
-¡Has debido de dar a alguna ventana del pasillo donde está Lucass!- exclamó Merdi.
Sally estaba dificilmente aún de pie como Merdi y Dilus. Empezó ha pensar:
"¡Yo soy la princesa! bastará con ordenarles que paren"
-¡Eh! ¡Guardianes! ¡soy yo! ¡la princesa!- gritó con la experanza de que pararan.- ¡Deteneos! dejar al preso y a estos también, vienen conmigo ¡SON ÓRDENES!-
Pero, por mucho que Sally lo pidiera, los cinco ángeles solo reian:
- ¿La pricesa? ¿y con qué permiso vienes a detenernos?- preguntó a resas uno de ellos. Sally no lo entendia. ¿Acaso no tenía derecho de ordenar a sus sirventes?
-¿Qué quieres decir?- preguntó confusa.
-¿No lo entiendes? ¡No eres nadie!- contestó otro de ellos.- Solo obedecemos órdenes de la Reina. Y está es una ordén que no quiere detener.-

Sally estaba desesperada. ¿Hasta que su madre no muera no puede hacer su trabajo? Ahora que lo pensaba, siempre era igual. Era desde siempre un bicho raro en el pueblo, solo era una cara bonita. Siempre estaba sola, no la dejaban salir del castillo, ni si quiera hablar con sus propios padres.

-¡Sally!- la llamó Merdi.- ¡No pienses en eso! buscaremos otra forma para salir de aquí.- Sally asintió. Tenía razón ¿Qué importaba eso ahora? ¡Hay que salvar a Lucass!

Justo en ese momento, la torre cayó al suelo, rompiendose en cachos de piedras.
-¿Estais todos bien?- preguntó Dilus, que llevaba a Ehster en brazos.Merdi cogia de un pie a Alem y Sally y Marcus habian caído encima de las rocas, de tal forma que ninguna les hubieran aplastado.
- Sí- afirmó Merdi.
- ¡Hablarás por tí!- se quejó Alem.
- Anda no te quejes que al final no has caido...- le dijo Merdi soltandole. Alem se sentía como si hiba ha explotar pero, en ese momento, se preguntaba algo.
-Oye ¿Por qué no habeis escapado volando?- preguntó dirigiendose a Sally, Marcus y Dilus.
Estos tres se miraron.
- ¡Es verdad!- exclamaron los tres. Dilus soltó a Eshter, que esta cayó al suelo con un gemido de dolor.
- ¿¡No se os había ocurrido!?- exclamó también Alem al oir la respuesta.

Merdi dirigió su mirada hacía los ángeles ¿Cómo han hecho todo eso? Sin duda, eran los guardianes de la reina, con algún que otro poder raro. ¡Tenían que actuar ya!
Eshter se levantó y miró hacia la otra torre:
-¡Lancemonos ya!- y preparó su pistola dirigiendola hacia los ángeles.





Continuará

Capitulo 12

YA HA PASADO UNA HORA DESDE QUE MERDI Y ALEM SE FUERON POR EL CAMINO DE ALANTE:

Habían llegado a un puente de piedras oscuras que llevaba hacia la entrada de la aldea. Cruzaba un río de lava:
- ¿¡Es eso lava!?- exclamó Alem.
-Sí, después de pasarlo llegaremos a la entrada. Démonos prisa.-
Alem cogió aire y cruzó sin problemas el puente. Merdi le siguió.
Después de unos cuantos kilómetros ya veían una puerta con rejas de hierro y una cerradura redonda oxidada. Merdi metió la mano en un bolsillo de su minifalda y sacó su Clarium:
-Tengo que poner mi Clarium en la cerradura para que la puerta se abra.- explicó.
-Pero si la pones sabrán que has vuelto y eso es malo para tí.- se quejó Alem. Sabía que Merdi no quería volver a su hogar.-Pondré la mia.- Merdi se sobresaltó:
-¡Ni hablar! Los vampiros querran chuparte la sangre y te matarán.-Alem se mordío el labio.
-Pues esperaremos a la princesa-
Merdi respiró fuerte y colocó su Clarium en la cerradura y la puerta se abrió. Alem puso cara de fastidio Merdi no le hacia caso que pasó la puerta y la siguió.

Através de la puerta veían casas espaciosas y oscuras en diferentes sitios. No veían nada vivo en las calles rocosas. Se escuchaban susurros, murmuros y gritos.
Merdi guió a Alem por un callejón cerca de la entrada y llegaron a otro lugar parecido al de antes. Merdi señaló a una casa y Alem entró. No había nada. Solo un suelo manchado y paredes rotas:
-Aquí vive Lucass.- dijo Merdi.- seguramente le hayan entregado al castillo negro.-
-Eso es malo ¿no?- concluyó Alem.
-Allí es donde se decide si llevarselo a la dimensión de luz.-
-¡Mierda! ¿Y ahora que hacemos?-
-Yo voy al castillo negro, aún tengo tiempo, primero se tortura ¿Y tú que harás?-
-Voy contigo.-

EN EL MUNDO DE LOS HUMANOS...


Eshter estaba con Dilus a todas horas. A todos lados. Eshter fue atacada varias veces pero Dilus la protegía siempre. Ya no pensaba en Marcus, ya no sentía nada por él. De vez en cuando se preguntaba lo que estaría pasando a Merdi, ya habian pasado dos horas desde que se fueron a rescatar a Lucass no sabía nada de ellos:
-Dilus...- murmuró a su hombre hace unos minutos.- ¿Puedo mandar a Merdi un mensage de móvil?-
-No sé si la llegará, espera un poco más.- la contestó Dilus. Eshter suspiró. - Por cierto ¿sabes que en realidad tu amiga no se llama Merdi? se llama Meredith- comentó después para animarla. Eshter dió un saltito:
-¿Y tú como lo sabes?- preguntó más animada.
-Por que la vampiresa buscada se llama Meredith Nocterius.- rió Dilus.

Media hora después, Ehster se sentia como una inútil, todos se fueron a ayudar y ella de fista con su nuevo chico, Dilus. Sentía algo por él. Algo que con Marcus no llegó ha sentir. Y no podía hacer para ayudar a sus amigos cuando ella causó el problema ¿Qué podría hacer? Nada. Empezó ha deprimirse y solo podía pensar en lo inútil que era, y entonces lo decidió:
-¡Yo también voy a ir! ¡Voy ha ayudarles!- gritó de golpe en medio de la película. Había ido al cine, invitaba Dilus. Todo el mundo la miraba y Ehster se encogió en el asiento.
-Esta bien, esta bien.- rió Dilus- No hacía falta que gritaras.-
-Ya... lo siento.- dijo avergonzada.
-No te preocupes, creo que hay algo que puedes hacer, pero... es peligroso.- esto última se lo dijo en el oido. Ehster le cogió la mano:
-No me importa. No puedo quedarme de fiesta, ¡tengo que ayudar! ¿me echaras una mano?-
-¡Claro! ¡Vamos!- la besó en la mejilla, luego la cogió de brazos y salieron de allí.



MIENTRAS TANTO, SALLY Y MARCUS SE ENCUENTRAN EN EL PRINCIPIO...

-No puede ser, llegamos al principio.- dijo preocupada Sally.
-¿Y como lo sabes? a mi me parece todo igual...-exclamó Marcus. No pudo terminar de hablar. En unos segundos estaban rodeados de gente horrorosa que mostraban unos colmillos afilados, y que vestían con ropa rasgada y manchada con muchas heridas.
-¡Son vampiros!- gritó Sally.-¡Alejaos! ¡soy la princesa Sally Lucyel!-
-Pos eso vamos a beberte, a ti y a tu compañero, porque sois ángeles.- dijo uno de los vampiros y la cogió un brazo. Sally gritó.
-¡Apartaos! ¡no la toqueis! o saldreis mal.- amenazó Marcus.
-¡Oh! que miedo nos dais.-rió uno del montón y agarró a Sally de la cintura para acercarse al cuello. Marcus lo vio y le dio una patada con ganas como pudo. El vampiro gimió de dolor:
-¿Cómo te atreves?- dijo una a Marcus. Sally, con su brazo libre, hizo aparecer su barita y la movio de forma seductora. Una luz cegadora apareció. Los vampiros se tapaban los ojos y se enroscaron en el suelo gritando. Sally agarró a Marcus de la mano y se lo llevó volando hacia alante.


EHSTER Y DILUS SE ENCONTRABAN EN EL MUNDO DE LAS HADAS...

Era un lugar precioso. Había muchos árboles y plantas de todo tipo y colores. Ehster estaba alucinada, no podía prestar antención a Dilus, que estaba transformado en hada (macho):
-Mira.- dijo Dilus a Ehster. Ehster empezó ha prestarle antención. Él la estaba enseñando una pistola metálica con tallados raros tambíen de metal.- Es una pistola para herir a seres mágicos.-
-¿Una pistola? tengo muy mala puntería.- advirtió ella.
-Eso ya lo veremos, ¡vámonos!-Ehster asintió, comenzaba la acción. Se puso un cinturón con dos bolsillos grandes y guardó la pistola en uno de ellos.

MERDI Y ALEM YA ESTABAN A LAS PUERTAS DE ENTRADA DEL CASTILLO NEGRO...

-¿Preparado?- preguntó Merdi sin quitar la vista de las puertas.
-Deberiamos esperar a Sally y a Marcus, no podremo hacerlo solos.- aconseejó Alem.
-Ya pero... tardan...-
-¿QUIÉN TARDA?- gritó una voz femenenina. Merdi y Alem se sobresaltaron. Sally y Marcus estaban volando por el cielo. Cuando alcanzaron a Merdi y a Alem se posaron en el suelo. Dos segundos después estaban rodeados por muchos vampiros de los de antes. Uno de ellos agarró a Merdi por el cuello:
-¡Traidora! te fuiste con tu amigo y nos dejasteis abandonados!-
-¡No os he traicionado! solo que vosotros no aceptaisteis nuestras condicines, querias seguir bebiendo sangre de los demás.- y con sus garras arañó el brazo del vampiro y le tumbó al suelo. Pero si consiquieron coger a Sally y a Marcus.
Alem sacó una botellita de cristal, la habrío y echó el líquido que contenía encima de los vampiros que los habían atrapado. Los vampiros empezaron ha arder y salieron corriendo.
-Gracias.- agradecieron Marcus y Sally.
Pero venían más vampiros que consiguieron atraparlos. Merdi consiguió salir del montón y agarró a uno del cuello y apretó con ganas. El vampiro gritó de dolor y se quedó incosciente. Muchos la miraron y Alem les echó líquido otra vez y muchos ardieron pero uno consiguió salir del montón con sally bien agarrada. Acercó sus colmillos a su cuello. Sally intentaba huir pero el vampiro la tenía bien sujeta. Alem se lanzó a por el vampiro con el líquido pero la esquivó con ella aún con sus colmillos preparados. Merdi saltó bien alto hacia él pero la dió una buena patada a la velocidad de la luz y Merdi calló al suelo y se incorporó. Marcus intentó saltar sobre él pero un vampiro del suelo con solo las piernas ardiendo le agarró el pie y Marcus cayó al suelo.
Sally gritó de terror, el vampiro cogió aire y sus colmillos hiban a tocar su cuello:
-¡PUM!- sonó el sonido de un disparo. El vampiro se paró y Sally dejó de gritar. Empezó a sangrar todo su brazo y calló al suelo soltando a Sally:
-¿Quién me ha...?- y miró arriba. Estaba Ehster con una pistola y la sujetaba un chico con alas.
-¡Ehster!- gritó Merdi. Ehster y el chico aterrizaron en frente suyo. Sally estaba alucinando ¿qué hacia ella aquí? ¿no la importaba quien era ni lo sucedido? sonrió con fuerza en su corazón.
Merdi abrazó Ehster con furza:
-¿Qué haces tú aquí? ¿quién es este chico? ¿y que haces con esa pistola?- preguntó con mucha alegría.
-Este es Dilus, me ha estado ayudando mucho. Quería venir y ayudar, no importa cual sea el problema, siempre os ayudaré.- contestó con firmeza. Sally agradeció a Ehster su ayuda y agarr´del brazo a Merdi, Marcus a Alem y Dilus a Ehster:
-¡Os llevaremos a la torre!-


Continuará...


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