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Capitulo 14!!

LA ACCIÓN EMPIEZA...


Eshter, con su pistola apuntando a los ángeles, disparó. Estos esquivaron la bala usando sus alas y otro de ellos alzó la mano. Finas raíces de hielo aparecieron entre las rocas y la torre. Los cinco se subieron a cada raíz y empezaron a deslizarse por ellos. Merdi y los demás hicieron lo mismo y Eshter volvió a disparar a un ángel pero este lo volvió esquivar con un pequeño salto. Después volvió a alzar la mano y aparecieron del suelo más raíces heladas.
- Genial, no vamos a poder avanzar si luchamos contra todos- avisó Alem. Ehster, aún deslizándose, miró atentamente al ángel que hacía aparecer las raíces heladas. Entonces, pensó. "Yo puedo herir a ese ángel, y también el hielo"
El ángel movió los dedos que creó una pared de hielo que se veía através de él.
- ¡Nos han atrapado! ¡No podemos salir de aquí!- exclamó Marcus. El ángel los había atrapado en un cubo con él mismo allí dentro y los otros cuatro volvieron hacia la torre.
Eshter volvió a disparar pero esta vez al hielo y la bala rebotó. El ángel no paraba de reír y Dilus volvió a alzar la mano. Sus raices rompieron el hielo. Eshter cerró los ojos y, sabiendo lo que pensaba, les dijo:
- ¡Rápido! ¡Escapar! Yo me encargo de este.- Sally la miró.
-¿Pero qué dices? ¡Te derrotaran! mejor dejémosle a Dilus que se encargue de ellos...- se quejó.
- ¡Merdi, Dilus! puedo hacerlo... creer en mi y, salvar a Lucass.- Merdi asintió pero Dilus dudaba ¿Dejarla sola? y ¿Perder el riesgo de perderla?
- Esta bien, creo en ti. Suerte.- dijo Merdi con una sonrisa, no dudaba de ella. Después, levantó el pulgar dirigiéndose a ella. Eshter rio.
- Nos vemos.- se despidió Marcus. Salieron todos por el agujero y se deslizaron por las raices d hielo hasta la torre.

El ángel empezó a reírse. ¿Una cría de dieciséis años iba a derrotarle?
- No sé si sabes lo que acabas de hacer.- la avisó. Eshter tragó saliva.
- Lo sé muy bien ¡Te voy ha derrotar!- y apuntó su pistola hacia el ángel.


EN LA TORRE...


Merdi y los demás ya habían llegado a la torre donde otro de los ángeles los estaba esperando. Reía raramente y miraba con cara de mujer: ojos femeninos y brillantes, labios pintados y cuidados, nariz con buena forma y mejillas con colorete y lisas. Tenía un largo cabello que llegaba por debajo de la cadera y con mechas de colores.
- ¿Pero que hace?- preguntó un Marcus asustado. -Es un tío ¿verdad?-
-¡Claro que sí!- afirmó con seguridad Alem. -Solo es un friqui.-
Merdi le miraba con rareza, desde lejos parecía un hombre, pero desde cerca se parecía más a una mujer. Sea lo que sea, será derrotado.
- ¡Este es mi contrincante!- exclamó Alem entre risas.
- ¿Seguro? Aún no sabes el poder que tiene.- avisó Sally.
- Sea el que sea, no debe ser muy dificil derrotarle. Confiar en mi.

"Las apariencias pueden engañar" pensó Dilus. Pero Merdi se despidió de Alem deseándole suerte y siguió hacia delante. Sally, Marcus y Dilus hicieron lo mismo, se despidieron y fueron tras Merdi.

El ángel seguía riéndose raramente.
- ¿Así que tú eres mi contrincante?- dijo con una voz femenina delicada. Alem le miró, pero ahora lo que veía era a una hermosa mujer, de piel clara y delicada, ojos como esmeraldas, cabello liso, de muchos colores y largo que vestía con traje formal pero bastante sexy de color rojo fuego con unas alas grandes con blancas y suaves plumas.
Alem le miró asombrado por su belleza.
- E... entonces ¿eres una mujer?- le preguntó aún asombrado.
-No, soy gay.- le contestó. A Alem se le salieron los ojos al escuchar la respuesta.
- ¡Dirás que eres un travesti!- corrigió Alem.
-¡Oh! No me insultes así.- dijo. Se había colocado de una forma ofendida y movía su cara colocando sus ojos con los de Alem.
"Esto debe ser una broma" pensó Alem apartando sus ojos de los del gay.
-Mi nombre es Nanael, para tí, Nana.-



CORRIENDO POR EL PASILLO...


Merdi y los otros tres habían llegado a una parte del pasillo donde tenía una ventana rota por el disparó de Eshter. Ahora, el pasillo tenía solo una pared de rocas, lo demás, era todo cristal y se veía por debajo de los pies la lava de río.
Seguían corriendo los tres hasta que parte de la pared de rocas cayeron encima, Merdi los esquivó sin ninguna dificultad pero Sallu y Marcus se salvaron por los pelos.
- ¿Qué ha ocurrido?- preguntó Marcus sujetando a Sally que se apoyaba sobre él del susto.
- Pues... ¡ahí arriba!- detrás de donde estaba la pared, volando sobre el aire, el ángel que derrumbó la torre en la que estaban apareció.
Dilus lo miró fijamente:
- Decidido ¡tú eres mi contrincante!- anunció de repente. Sally le miró, parecía bastante convencido ¡pues adelante!
- Bien.- susurró el ángel. - Porque tengo bastantes preguntas para ti.-
- Ten cuidado, estáis decidiendo muy rápido vuestros contrincantes.- avisó Marcus.
- No hay problema, sé lo que hago, vosotros seguir.-
Y Siguieron corriendo por unas escaleras que había a continuación.
- Bien, bien, empecemos ¿Qué haces aquí?- preguntó el ángel.
- He venido ha salvar al preso.- contestó Dilus sin dudar de lo que decía.
- ¿Por qué? Tú tenías la orden de matar a la mortal.-
- El por qué a tí no te importa, porque te derrotaré.-


EN LAS ESCALERAS...


Las escaleras eran largas y no paraba de subir a pisos y a más pisos. Marcus y Sally preferían subir las escaleras volando, que era menos cansado, y Merdi daba saltos bastantes largos que llegaba a coger la barandilla de las siguientes escaleras. Ahora solo quedaban tres de ellos; Marcus, Sally y ella, y sin embargo quedaban dos ángeles de los cinco que había más el que se llevaba a Lucass.
Las escaleras parecían infinitas, hasta que Merdi se lo pensó y se dio cuenta de que era una ilusión.
- ¡Quietos! estamos subiendo las mismas escaleras no sé cuantas veces.- avisó.
- Jejeje... te has dado cuenta... eres una chica lista.- dijo una voz desconocida. Entonces apareció una especie de luz con forma de unos de los ángeles que se movía de arriba a bajo y se iba multiplicando.
Sally lo tenía todo pensado, si era una ilusión, lo deshacería. Se movió seductivamente y apareció su barita que la movió mientras susurraba algo un estallido de luz apareció en un instante que lo cambió todo. Ahora estaban en el final de las escaleras y ya se veía correctamente al ángel.
-Impresionante.- dijo Marcus impresionado.
El ángel no sabía que decir, tenía haberse dado cuenta que si la princesa estaba con ellos, las ilusiones podían ser eliminadas.
- ¿Este usa ilusiones? Bien, dejármelo a mi.- pidió Marcus tragando saliva.
- Pero Marcus, tú no sabes...- se quejó Sally.
- Si tú puedes hacerlo, entonces yo también.- tranquilizó Marcus con una grande sonrisa.
- Bien. Mucha suerte.- se despidió Merdi. Ya veía a Lucass, habían llegado a la parte de arriba de la torre y había una especie de jardín con una piscina enorme y muy al fondo, el guardia arrastrando a Lucass que se había negado a seguir caminando cuando se enteró de que se estaban separando.
Sally también se despidió de Marcus y siguió con Merdi que no dudaba de ninguno.

Siguieron corriendo hasta que llegaron al borde de la piscina. Sally se asomó para ver su reflejo en el agua y entonces el agua se empezó a cortar en varios trocitos y luego se lebantaron dirigiendose donde estaban ellas dos y formandolas cortazos. Eran como trocitos de cristal bien afilados.
Merdi buscó a algún ángel pero solo vio a su lado a Sally tapandose la cara con las manos para que no la sacaran un ojo.
-Merdi ¿cómo es posible? ¡sólo es agua!- dijo ésta llamando la antención de su amiga.
- Ha tenido que ser algunos de esos guardias.- contestó Merdi. -Habrá sido el ángel que nos queda, no te descuides.- aconsejó después.
Los trocitos de agua habían desaparecido derepente y ellas tenían los brazos, piernas y ropas rasgadas con sangre.
Sally volvió a fijarse en el agua y lo que vio es que la piscina empezó a partirse en dos, haciendo un camino para pasar.
- Seguramente es una trampa... no deberíamos ir por ahí. ¿Y si te llevo volando?- preguntó la princesa sin dejar de mirar al camino que se había formado. Después miró a su alrededor, algo se había movido y Merdi también lo había notado.
- Jijijiji... ajijiji.- se escuchó.
Merdi buscaba al ser que había reido de esa forma, encontrandose con el ángel que les quedaban.
El ángel quiso empujar a Sally al camino, pero Merdi le agarró un brazo lanzándole fuera de la torre. Sally agradeció a Merdi por su ayuda y la cogió de las caderas para llevársela volando, y así lo hizo.
El ángel, que había impedido caerse con sus alas, las vio volar y las siguió haciendo desaparecer el camino que había en la piscina. Lo hizo a una velocidad impresionante y había llegado donde estaban Merdi y Sally, agarrando el brazo de la primera y empujando al agua a la princesa.

Sally salió a la superficie de la piscina para coger aire. Por suerte, sabía nadar.
Merdi respiró de alivió al verla salir y hizo un esfuerzó para salir de las garras del guardia, que este miró con fastidio a Sally y sin darse cuenta Merdi también había caido al agua.
Merdi también sabía nadar y consiguió salir de la piscina llegando ya al final.
Sally también había llegado con Merdi y salieron juntas del agua.
- ¡Mi pelo!- exclamó Sally con un tono de fastidio. Merdi sonrió al escucharla. Nunca cambiaría.
- Habeis conseguido salir de la piscina, pero yo sigo aquí.- recordó el ángel.
Sally buscó con la mirada a Lucass, y lo encontró. Estaba delante de la puerta de la dimensión de luz aún cerrada.
- Mierda...- murmuró. Luego miró a Merdi. -Anda ve a ayudarle, yo me encargó de éste.- añadió después. Merdi la miró sorprendida.
- ¿Podrás?- la preguntó. Sally asintió con la cabeza. -Está bien, pero cuidado.- y la sonrió enseñando ver unos dientes blancos y brillantes.
Sally se lebantó del suelo y Merdi se fue a donde se encontraba Lucass.
- Así que yo contra la princesa... pues valla.- dijo el ángel aburrido. Tenía pensado atacar a la princesa y luego irse a por la vampiresa.
Sally miró al ángel. Después cerró los ojos y extendió las manos.
- ¡Barrera de luz!- exclamó abriendo los ojos. Apareció una enorme barrera que brillaba detrás suyo, impidiendo el paso al ángel.
-¿En serio crees que podrás derrotarme?- la preguntó el ángel algo cansado del tema y miró al cielo, que seguía tan rojo como siempre.
- No.- admitió Sally. -Pero puedo hacerte perder tiempo. No permitiré que pases de aquí.-
El ángel la miró con fastidio, no tenía ganas de moverse y menos de usar sus energías en ese momento, pero no tenía otra opción.
-Trabajo...- suspiró. Sally estaba preparada.


Mientras tanto Merdi corria lo más rápido que podía. La puerta había empezado a abrirse.
Lucass decidió girarse y vio a la loca de Merdi corriendo hacia él.
El guardia estaba demasiado concentrado viendo la puerta abrirse sin dejar de pensar que se abría demasiado lento y no vio llegar a Merdi, que le dio un buen puñetazo haciendo que cayera al suelo incosciente.
Merdi suspiró de alivio, llevaba tiempo deseando hacerselo, y se lanzó encima de Lucass dándole un fuerte abrazo.
- ¡Idiota!- empezó a decirle.- No tenías que haber hecho eso ¡lo he pasado muy mal! eres un egoísta y no piensas con la cabeza, eres un idiota, estúpido, cab...- y muchos insultos más. Mientras se lo decía le daba golpecitos en el pecho que lo llevaba al decubierto.
Lucass no dejó de sonreir a pesar de que Merdi le estaba dando en la heridas.
- Vale, vale.- la decía.- Pero no me arrepiento de haberlo hecho.-
Merdi paró y le miró a los ojos, ella sonrió.
-Te voy a quitar la esposas.- Merdi rompió las esposas de Lucass que llevaba en las manos sin ninguna dificultad y decidió lebantarse del suelo, que se habían caído los dos juntos cuando se lanzó a por él.
Pero el ángel que había dejado incosciente la intentó atacar por la espalda. Ella que no era tonta le vio, y le dio una patada en la parte prohibida de los hombres. El ángel se retorció del dolor y Lucass la miró con espanto. Merdi dejó escapar una pequeña risa divertida.
-Menuda dama estás hecha.- suspiró Lucass, y también se lebantó del suelo. -¿Y los demás?- Merdi le miró.
- ¡Necesitarán nuestra ayuda!- contestó. Lucass asistió.
- ¡Piiiiiiiiiii, piiiiiiiiiii!- se escuchó derepente un sonido extraño y lebantaron la cabeza para ver que era, y lo que vieron fue un pájaro raro, de plumajes negros y largos, unas patas finas y un pico naranja.
- ¿Y eso?- preguntó Merdi a su amigo con un brillo en los ojos.- ¡Mola! ¡Lo quiero de mascota!- Lucass no podía creerse lo loca que estaba.
- ¿¡Cómo vas a tener eso de mascota!?- Merdi rio.
- ¿Y por qué no? ¡será divertido!- y empezó a hacer el mismo sonido que hacía el pájaro y luego lo llamaba. Lucass suspiró. No tenía remedio.
Entonces el pájaro empezó a escupir unas bolitas negras muy pequeñas, que al tocar el suelo explotaban.
- ¿¡Pero qué...!?- exclamó Merdi mientras esquivaba los explosivos.
- Es para hacernos perder tiempo.- dijo Lucass también esquivando. Merdi empezó a pensar, había entendido perfectamente lo que su compañero quería decir. Alguien venía.
Lucass escuchó más sonidos que hacía el pájaro. Según lo que oía ahora había más de un pájaro.
Y había acertado pues el número de explosivos se octuplicaron.
-Mientras antes nos vayamos, mejor.- avisó Merdi ya cansada de tanto esquivar. Lucass estaba de acuerdo y se giraron para salir corriendo pero lo que vieron fue una pared negra, que los habían encerrado como si estuvieran en una caja, con techo incluido.


Continuará.

¡Gracias por haber leído hasta aquí! me gustarían vuestras opiniones.

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